TE VOY A CONTAR NUESTRA HISTORIA

Descubrí que los jabones ideales para él debían ser suaves, formulados con aceites y extractos botánicos que nutrieran su piel sin dañarla. Fue entonces cuando nació Botánica, no como un proyecto de negocio, sino como una muestra de amor incondicional. Crear estos jabones era mi forma de devolverle a mi papá el cuidado que él siempre me dio, de ser su consentida una vez más, cuidándolo como él siempre me cuidó a mí.

Cuando creé esos primeros jabones para mi papá, me sobraron unos cuantos, así que decidí compartirlos con mi hermana, mi mejor amiga y, por supuesto, con mi hijo Martín. Fue mágico ver cómo la piel de cada uno empezaba a transformarse. Con esa motivación, empecé a formular más jabones en la cocina de mi casa, con la misma dedicación y cariño. Dos años después, logramos establecer nuestro propio laboratorio, certificado por el INVIMA, y contar con 10 fórmulas diseñadas para cada necesidad de la piel.

Hoy, 8 años después, seguimos comprometidos con cada persona que confía en nosotros. Como creadora, para mí cada jabón debe estar elaborado con la misma atención y amor con que haría uno para mi papá. Cuidar cada ingrediente, ser claros y transparentes en nuestros mensajes, trabajar con ética, proteger a nuestros colaboradores, y ser responsables con el medio ambiente y con cada cliente… Ese es nuestro propósito en Botánica.